domingo, 16 de septiembre de 2012

A 34 años del secuestro de Daniel y Miguel ¡Presentes!


Daniel Bendersky y Miguel Angel Spinella, fueron estudiantes y militantes de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA secuestrados en 1978. Secuestrados por organizar la solidaridad con las madres y familiares de desaparecidos frente violaciones a los derechos humanos, por participar de una gran campaña durante el mundial del `78 para desnudar las atrocidades de la dictadura, por luchar en contra de la guerra con Chile durante el conflicto del Beagle y por denunciar la penetración imperialista rusa y yanqui en su facultad.


"Muy diferentes en su personalidad los aunaba la profundidad de su ingenio, su picardía y su alegría", así los recordaba Claudio, compañero y amigo de ambos, en el "Homenaje a los mártires de la lucha contra el golpe de estado de 1976 y la dictadura" realizado en el 2009.

Daniel tenía 27 años, era físico, tocaba la guitarra, quería tocar el órgano y había hecho una investigación sobre la vida útil de la usina atómica de Atucha. Investigación que nunca pudo defender porque lo arrebataron de su casa el 16 de septiembre a las 11.30. Cuatro personas vestidas de civil que se presentaron como miembros de la Policía Federal habían ido a buscarlo para un supuesto interrogatorio del que nunca más volvió.

José Bendersky, padre de Daniel, en una entrevista que diera a la "Comisión Israelí por los Desaparecidos Judíos en Argentina" en el 2001 recordaba: "en el 98, un grupo de estudiantes que trabajaban en la comisión atómica y en la facultad, encontraron el trabajo de Daniel, lo leyeron y les pareció que era demasiado bueno, lo entregaron a los profesores de la Facultad de Ciencias Exactas, los profesores lo estudiaron y le clasificaron con un diez. Cuando el decano vio el mérito que tenía el trabajo, decidieron entregar el diploma". Los padres de Daniel recibieron en su nombre el diploma frente a 800 personas.

Miguel tenía 25 años, había nacido en Torino (Italia), estudiaba biología, trabajaba en la empresa del padre de su amigo Daniel Bendersky, estaba casado y tenía un hijo, Pablo. "Micky", como lo recuerdan sus compañeros, fue detenido el 14 de septiembre cuando se dirigía a la casa de sus padres. “Lo agarraron en Constitución; mi padre iba rumbo a Quilmes, a la casa de mis abuelos, donde vivía yo. Cumplo años el 16 de septiembre y a él lo secuestraron el 14. Le pusieron una capucha y lo llevaron en un Dodge 1500 a la ESMA. Le sacaron una foto con un chico con guardapolvo azul y un maletín, que era yo, y unos panfletos en contra de la guerra con Chile", este fue el testimonio que dio su hijo Pablo a Página/12 en el 2009.

Daniel y Miguel fueron parte indispensable de una generación marcada a fuego por el Cordobazo, el ejemplo de René Salamanca en el SMATA Córdoba, la revolución cubana y el “Che” Guevara, que protagonizaron la lucha contra el golpe y luego la lucha antidictatorial. En definitiva, parte de la historia de la lucha por una sociedad sin explotadores ni explotados.

Por eso, a 34 años de su desaparición física los recordamos desde su ejemplo de vida al servicio de la lucha revolucionaria para extraer las enseñanzas necesarias para las luchas del presente. Y también, como decía Claudio, con una sonrisa abierta como la que tenían ellos hacia la vida, con esa alegría de la acción revolucionaria pero también con la alegría de la cotidianeidad compartida.

Daniel y Miguel ¡hasta la victoria, siempre!